miércoles

Carnivále


Me pregunto para qué estamos preparados y para qué no. Ayer acabé de ver “Carnivále”, una serie de la HBO que cortó su emisión en 2003 por falta de audiencia y de presupuesto. Carnivále es uno de los mejores productos audiovisuales que he podido ver, hecho con un tacto y una delicadeza de la que muchos podrían aprender. Todo, todo está cuidadosamente hecho. La ambientación es brutal, realmente cada imagen parece una fotografía sacada por Walker Evans durante la Farm Security Administration en el 35. Y esos colores, el gris y el marrón del polvo que impregnan cada fotograma, esa textura que consigue darle ese sello de autenticidad a Carnivále, ese que consigue atraparte. La búsqueda de Henry Scudder, es una de las tramas principales (por no decir la principal) de esta historia, donde un joven curandero acompañará a un circo ambulante dispuesto a resolver muchas de sus dudas interiores y tormentos. Los personajes secundarios, cada cual mejor, están muy logrados, desde las siamesas, pasando por la mujer barbuda, la tarotista, el enano, el ciego vidente etc… Y aun ofreciéndonos un gran panorama desde el circo, también somos testigos de la temible historia del hermano Justin que hace que nos encojamos en la silla con cada uno de sus sermones. La Banda Sonora, el guión, las interpretaciones, el ritmo, en fin… un sinfín de cosas que convierten esta serie en uno de los grandes logros de la televisión.

Yo realmente, cómo decía al principio, no sé para qué estamos preparados y para qué no, entiendo que no a todos nos gusta lo mismo, pero me cuesta creer que series como Carnivále se suspendan, en parte, por falta de audiencia (ya que después de lo que he visto no me estaña un pelo que les faltara pasta). Sin embargo, hay que decir, que a pesar de que se cortara su emisión a los 24 capítulos, la trama principal se resuelve y no deja prácticamente ningún cabo suelto. Además a mi parecer el último episodio es uno de los mejores de toda la serie, consigue un casi apocalíptico final de serie y teniendo en cuenta que ni si quiera es el final real no puedo llegar a entender POR QUÉ LA GENTE VE TANTA PORQUERÍA. Realmente estoy enfadada, lo mismo me ocurre cuando miro los índices de audiencia en las televisiones de este país, o pienso demasiado en el final de Lost, o en la poca vergüenza que tenemos aquí poniendo en antena depende qué bodrios. Sea como sea, dejando las frustraciones implícitas que a uno le acompañan en la vida, intentad disfrutar de la magia, de la feria, del misterio y de la fantasía en Carnivále.

PD: El último capítulo abre un nuevo entresijo que según prometió su creador, Daniel Knauf, algún día continuará. Pongamos fe.


Dejo aquí el opening, que es una clara declaración de intenciones... Hay que admitir que los openings de HBO son muy molones (true blood...)

viernes

Magia y misticismo

Hace un tiempo escuché una frase de Einstein que decía algo así como… “Nada tendría sentido sin la magia”. Es curioso que un científico hable de magia de un modo tan transcendental. Debo confesar que para mi esta palabra ha representado una especie de tabú durante muchos años. Quizás me ha influido el hecho de crecer con una persona al lado absoluta y declaradamente atea en casi todos sus aspectos vitales, cuyas opiniones e ideas pasan por la licuadora del racionalismo, la sensatez y la lógica constantemente.

Siempre he admirado a aquellos capaces de medirlo todo con el juicio y la razón. Pero últimamente estoy aprendiendo a abrir nuevos caminos, a probar aquello que antes ni tan sólo hubiera pronunciado, a aprender de otras formas de enfocar las cosas pisando terrenos pantanosos y complejos. Muchas veces no creo, otras no tengo mucha fe en ello, pero siento la necesidad de probarlo, de dejar la razón de lado y probar la irracionalidad cuando, llegados a este punto, todo tiene cabida en la vida de un ser humano.

Estamos pasando por malos tiempos, ¿cómo recordaré estos años en un futuro? Ahora me imagino lejos, muy lejos de aquí, viviendo en el norte, respirando aire puro, sacando con una pala la nieve de la puerta de mi casa. Todo el misticismo del que hablaba antes lo concentro en esta esperanza, en esta visión. Y es que yo me pregunto ¿qué me haría seguir viviendo si supiera que mis sueños no se iban a hacer realidad? Es más, me pregunto cómo podría vivir la gente si supiera que sus sueños jamás se llegaran a cumplir. Me cuesta creer que muchas personas se hayan deshecho de la magia cuando incluso al más desgraciado de todos aun le quedan ilusiones y sueños.

Es un tema curioso el de la magia. Cada día queda menos, es como un polvo de hadas que se extingue a la par que los humanos nos reproducimos. No hablamos de la magia porque estamos seguros de que no existe, y realmente, nos creemos suficientemente poderosos como para saber lo que es. Ni si quiera yo sé realmente de lo que hablo. Sólo sé que es algo que muchos tenemos dentro o que en alguna ocasión hemos podido encontrar en cualquier lugar, persona, animal o detalle. Pero es complicado hablar de un concepto que no se puede comprar o que no se puede robar. Por eso mismo, haciendo referencia a la frase de Einstein, casi nada tiene sentido hoy día.