miércoles

El príncipe Cascanueces


Hace un tiempo subí al terrado a buscar unos apuntes del año pasado y me detuve a echar un vistazo a las películas VHS con las que había pasado horas y horas de niña sentada en el sofá. Hubo una película que me llamó la atención, se trataba de "El príncipe Cascanueces" de 1990, una película de dibujos animados que adapta la obra de E.T.A. Hoffmann, “El Cascanueces y el rey de los ratones”. Al instante, como es natural, me entró nostalgia y al ver que no tenía nada mejor que hacer me senté a verla.


La historia del príncipe Cascanueces se esconde tras un sueño de Clara. Clara sueña que llega al mundo de los muñecos y que una vez allí conoce la famosa y preciosa historia del muñeco que le regalaron por navidades, un Cascanueces, así mismo deberá lidiar a los húsares en su enfrentamiento con el Rey de los ratones. La historia entre Clara y el Cascanueces es realmente tierna, empieza con el chasco de la protagonista al ver que por navidades tan solo recibe un viejo cascanueces de su tío mientras su hermano disfruta de regalos de la talla de espadas o caballos de plata. Sin embargo, cuando Clara descubre la historia de su Cascanueces, y no sólo eso si no que además la vive junto a él, su regalo se convierte en el más preciado.




Cuando una es pequeña a penas puede apreciarlo (ocurre lo mismo con películas Disney como por ejemplo “Fantasía”) pero ahora puedo ver que lo mejor de la película es la lógica banda sonora de Piotr Tchaikovsky. La danza del hada, el vals de las flores y sobretodo el Pas de Deux cuando Clara y el Cascanueces bailan, los muñecos dejan de ser de carne y huesos y Clara se ve sola ante el rey de los ratones. Recuerdo que esta escena me ponía el vello de punta y ahora que puedo volver a verla sé realmente que fue gracias a Tchaikovsky.


Últimamente estoy volviendo a ver escenas de aquellas películas que veía de pequeña (en su mayoría Disney) y muchísimas me sorprenden más de lo que podía imaginar; tanto a nivel de argumento, como de diálogo o estilo. Alicia en el país de las maravillas y su surrealismo extremo, Pocahontas y la colonización, Fantasía y la música clásica, los 101 dálmatas y la crítica al comercio con pieles etc. Son sólo algunas películas que estoy segura de que si mi generación las volviera a ver descubriría un nuevo mundo que no es ni mucho menos el que recordaba que era, un mundo con más sentido y coherencia o a veces con menos de la que parecía tener.





(La parte que comento arriba es hasta el minuto 03:10)

3 comentarios:

Mei dijo...

Coincido totalmente. Es el típico truco de "aprender de una forma divertida".
Pocahontas siempre fue mi película Disney favorita. Supongo que cada niño tiene su película, aquella que veía siete veces a la semana (si no más)... y Pocahontas era la mía. El caso es que no fue hasta hará un par de años que me paré a pensar en su argumento. Yo hasta entonces sólo veía que había un grupo de malos (blancos y rubios) entre los cuales estaba el bueno de John Smith y un grupo de buenos (de piel más oscura y pelo negro) entre los cuales estaba Pocahontas. Y durante los 87 minutos de película me sumergía únicamente en la historia de amor, sin saber el trasfondo histórico que llevaba.

El caso es que nos han enseñado cosas y no somos capaces de darnos cuenta de ello. La verdad es que, como decíamos el otro día, las películas Disney no son para niños sino para mayores.


Un regalo:
(¿quién no cantaba tooooooodas las canciones y repetía toooooooodos los diálogos de su película?)

http://www.youtube.com/watch?v=p97S9dE1GPU&feature=related

Mei dijo...

Està molt millor, però t'informo que el blog "Mundo Salvaje" ja no està operatiu xD

Muack!

Anónimo dijo...

P.Chaikowski, era un compositor sensible y atormentado,quizás por su homosexualidad reprimida, toda su obra es de un gran lirismo,es de esos grandes del siglo xix A mi me gusta mucho la obertura 1812 por su fuerza.